Acercamiento al andaluz y sus rasgos fónicos

En primer lugar, es importante que distingamos los conceptos de "lengua y "dialecto". Así, si entendemos por el primero un sistema de signos verbales que usamos para comunicarnos, el dialecto será una variación de una lengua, con la que, a pesar de mostrar diferencias, mantiene suficientes rasgos léxicos, fónicos y gramaticales en común como para que sus hablantes se comprendan.

El conocido dialecto andaluz es incluso mucho más que un dialecto propiamente dicho, pues está formado por un conglomerado de hablas que comparten una serie de rasgos comunes y a la par están bien diferencias. Por ejemplo, dentro de la provincia de Córdoba prima el seseo, exceptuando la capital y la zona límite, que por estar en contacto con Extremadura y Castilla La-Mancha, distingue entre la realización de "s" y "z". 
En el siguiente mapa puede verse de forma clara la disposición por zonas en este sentido:



Para valorar el andaluz, es importante conocer un poco de la historia. Está claro que el español o castellano fueron surgiendo como un romance que, proviniendo del latín, se fue separando cada vez más de él, hasta el punto en que eran variedades bien diferenciadas. Sin embargo, hay que saber que el español se fija como castellano, es decir como "variante de Castilla" en el siglo XIII, de la mano de Alfonso X el Sabio y el trabajo de la Escuela de traductores toledana.
 
 
El caso es que nos encontramos en un momento en que la corte real era itinerante y por un hecho más o menos arbitrario, se encontraba en el momento de la fijación en Toledo, centro cultural del momento. Sin embargo, también era vital cultural y económicamente Sevilla, por lo que nos da que pensar que si la escuela de traductores se hubiera fijado en nuestra actual capital andaluza, y si Alfonso X hubiera recibido una mayor influencia de nuestras hablas, el actual español estándar podría haber sido una fijación de la variante sevillana andaluza, donde se sesea, y las actuales "s" y "z" no serían más que variantes ortográficas de un mismo sonido, al igual que sucede con "b" y "v"
Lo que pretendo decir con esto es que el andaluz no es por tanto una evolución mala del castellano, sino que convivió con él desde primera hora y se distinguió del mismo por hechos tan relevantes como el influjo de la población musulmana que durante siglos ocupó nuestras tierras y a la que debemos características como la aspiración.

En definitiva, fonéticamente, el andaluz es una variedad dialectal totalmente válida y aceptable y como hablantes suyos debemos defender nuestro derecho a mantenerla, puesto que es creciente entre los hablantes más cultos esconder este acento, como veremos en próximas entradas.

Y AHORA TE TOCA A TI...Uno de los rasgos que hemos visto en el andaluz es el seseo y el ceceo, pero existen muchos más rasgos fónicos. Investígalos. 

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